El fin de una era

24/Feb/2011

El fin de una era

Los terremotos políticos que están ocurriendo en el Medio Oriente, en la Cuenca Mediterránea y en el mundo árabe en general. Bien que no son terremotos físicos como el de Nueva Zelandia, Tahiti, Chile o el famoso de México en 1985, sus efectos podrían ser más devastadores todavía y afectar poblaciones y continentes y tener repercusiones en el mundo entero.¿Qué está pasando? Puesto en pocas palabras es el fin de una era, que no preparo su sucesión debidamente y por ello dio lugar a los choques entre generaciones, entre Pueblos y estructuras estatales anacrónicas, entre gobernados y gobernantes.La revista inglesa “Economist” escribió hace poco mas de un año lo siguiente: “… si alguien se hubiera ido a dormir hace 30 años y despertara hoy, decía el articulo, vería un hecho muy extraño – que las poblaciones habían cambiado mucho”, un porcentaje significativo de jóvenes entre 25 y 35 con instrucción superior, pero muchos sin trabajo ni posibilidad de obtenerlo, una red de comunicaciones infinitamente superior a la de hace 30 años, en telecomunicaciones – celulares, Internet con todas sus variaciones de redes sociales, televisión, todo lo cual le dieron una posibilidad de información, incluido critica, que no era conocida anteriormente.   Y al mismo tiempo “una estagnación casi total en los sistemas políticos: el mismo Mubarak en Egipto, Kadhafi en Libia, las mismas dinastías en Marruecos y Jordania, la misma familia gobernando en Siria, la misma sucesión de príncipes y Reyes en el Golfo Pérsico y Arabia Saudita”, etc.Y ahora lo que vemos es una manifestación de ese terremoto que nadie, absolutamente nadie,  vio venir. Y nadie lo vio porque era absolutamente inaudito que regimenes basados en el Ejercito, los servicios de seguridad e información, la Policía, etc. se fueran a derrumbar frente a unas demostraciones populares, y no se tomo en cuenta la tenacidad y motivación de esas masas de millones movidas por decenios de profunda frustración que sus gobernantes no quisieron o no pudieron solucionar.Israel, muy cerca del epicentro de ese terremoto, no tiene mucho más que hacer sino esperar los desenlaces para poder actuar según la situación que surja de esta caja de Pandora que se ha abierto y esperar que sea el principio de una nueva era de democracias que consideren ante todo los intereses de sus Pueblos, y no la instauración de Dictaduras islámicas que tuvieran como objetivo el Jihad por la dominación del mundo no islámico. Pero lo que si ha sido contundentemente confirmado con este fenómeno es lo Israel dice hace años, con muy poco eco, y es que Israel no es el centro de los problemas del Medio Oriente, como se podría pensar por el hecho que las Naciones Unidades, las organizaciones de Derechos Humanos y otras organizaciones similares reservan para Israel el 90% de sus criticas. Talvez ahora se den cuenta que deben mirar en otras direcciones.